Competencias comunicativas II
Diego Armando González Muñoz
Código: 6000811986
Abril 25 de 2009
El gran enemigo de los colombianos: la banca
Mis ideas acerca de la economía del país no gozan de mayor conocimiento, mi pensamiento puede acercarse al de una persona del corriente, a continuación plasmaré lo que a mi parecer esta ocurriendo con la economía y la banca.
A lo largo del tiempo se ha incrementado de manera notoria el uso del dinero plástico, lo cual no parece que funcione a favor del usuario, sino del proveedor, o entidad encargada de expedir esta, todo esto teniendo en cuenta que las cifras que adorna las transacciones resultan sobrepasar el monto de dinero que el usuario maneja, parece que en un ano, un individuo deja mas dinero en el banco de lo que consume, cobran si gastas dinero, cobran si guardas dinero, cobran si consultas el saldo, y cobran así no tengas dinero en el banco, y no se trata de una leve suma de dinero, se trata de un monto algo exagerado. Y al parecer es un problema que solo interesa a los directos implicados, a los consumidores, ya que a las entidades financieras no les conviene reconsiderar las cifras de cobro por manejo del dinero plástico, el gobierno parece tener otras prioridades y el congreso cuando se involucra en el tema, se inclina hacia el lado de las entidades bancarias. Es tanta la competitividad entre empresas que las grandes superficies también han inventado un modo de dinero plástico, han creado sus propias tarjetas.
Es justo que se pague un precio por las cosas que benefician al usuario y las cosas que son necesarias para ello, lo que no es tan justo y lógico es que las tasas superen los índices mas altos de Latinoamérica, y es un poco inconcebible que se tenga tan mala memoria y ya se haya olvidado por que se desencadenaron las crisis económicas anteriores, el alza de tasa de interés que provoco muchos acontecimientos lamentables para los ciudadanos, quienes perdieron sus viviendas.
Gracias a todas estas crisis vividas anteriormente, para algunos ciudadanos, los bancos se convirtieron en ese último recurso, que muy probablemente jamás agotarán, para algunos las entidades bancarias solo pueden colaborar al incremento de deudas y perdidas de dinero.
A raíz de estos desagradables episodios y representativas pérdidas, se ha generado otro inconveniente, y la falta de credibilidad o la inseguridad de las personas para manejar el dinero a través de las entidades bancarias los han impulsado hacia las manos desgarradoras de las pirámides, quienes aprovechan las malas experiencias y las malas costumbres y las vuelven a su favor, prometiendo intereses bajos y notorias ganancias en corto tiempo, aunque al parecer (si por un lado llueve, por el otro lado no escampa) gracias al afán de encontrar la manera de invertir y manejar el dinero de forma provechosa los usuarios nuevamente han perdido las ilusiones y lo peor, su dinero, sus viviendas y sus confianza en las entidades prestadoras del servicio de dinero plástico.
Parece ser que a la banca no le interesa dar acceso a los microempresarios y a los ciudadanos de escasos recursos, pues gracias al premio nobel de la paz, se ha creado una banca de oportunidades que solo es una fachada para de la banca comercial y de esta manera prestar los servicios casi que de la misma forma que si el usuario estuviese contactando directamente con la banca central de comercio.
A pesar de las cosas sucedidas a causa de las ansias de los ciudadanos de obtener dinero rápido, y con frutos jugosos, el gobierno solo se ha manifestado de manera superficial, declarando que debe expandirse la cobertura de la banca, y de esa manera llamar la atención de personas interesadas en el uso y manejo de dinero plástico, cosa que según la presidenta de Aso-bancaria no es tan sencillo de hacer, ya que este requiere de un proceso de seguimiento a los usuarios, y esa entidad no esta comprometida con dicho seguimiento para personas de bajos recursos, y vigilar su situación para medir si aumentan o no, sus recursos.
Lo anterior indica las razones por las cuales cada día se incrementa la cantidad de ciudadanos que piensan que las entidades bancarias solo se aprovechan de los mejores momentos del usuario, y que la banca solo busca comodidad a costa de la ingenuidad del ciudadano, y por ello, la banca y los banqueros se convierten día tras día en un punto de alto peligro para los usuarios.
A mi opinión todo se remonta a un problema de malas costumbres de los ciudadanos, quienes se han acostumbrado a vivir el día a día con exclusivamente lo necesario, y han dejado el concepto de ahorro en el olvido, lo que genera malos hábitos de consumo.
En esta época parece que el dinero se ha convertido en el enemigo más representativo y poderoso para los colombianos, que ataca directamente a la ambición de las personas, y les venda los ojos por la ilusiones del dinero fácil y sin tanta esfuerzo. Cada día crece más las ansias de crear capital, y no importa que sea a costillas del resto de la humanidad, solo se vela por el interés propio y su capital.
viernes, 22 de mayo de 2009
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